
Al llegar la Navidad no debe ser todo perfecto. Sino que nosotros tenemos que acomodarnos a la fecha, que al fin y al cabo sin nuestro consentimiento no existiría.
Mezclar balances anuales con moños dorados, horas cocinando con el perfume acaramelado, roces sin solución con ironías, salsas y palabras de relleno. Echar el mantel sobre la mesa como el mapa de un año completo en el que las circunstancias cambian y nosotros también.
La Navidad la creó el hombre, a través de sus creencias religiosas, de sus tradiciones decorativas, gastronómicas o sentimentales. Debo decir que necesito de estas fechas, para iluminar las últimas semanas del año, para romper con la rutina, para cerrar una etapa al compás de las melodías que sólo suenan en estas fechas. Y finalmente, cuando llegan las 12, chocar las copas, mirar las chispas en el cielo y sentir que otra Nochebuena ha sido archivada en mi memoria.
Para recordar y buscar un motivo más para sonreír.
Descubriendo las distintas imágenes que recorren el mundo.
Sintiendo cerca a quienes dan color a mi vida.
Imaginando, quizás ingenuamente, que el 25 esta vez me encuentra distinta.
A metros de la estrella sobre el farol, que es testigo hace 3 años.
Muy Feliz Navidad!!!
Y por lo menos hoy, veamos el lado brillante de la luna :)
(y un par de copas medio llenas!)
Agu Miglio.-
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